No se puede mirar para un costado. Hacer oídos sordos. Dar la espalda. La trata se trata de nosotros. La ignorancia y la indiferencia amparan tanto como la complicidad. Saber es comenzar a prevenir.

Ahí llega Oscar, cartonero desde hace 10 años: “esta es la tercera Misa que participo. Acá te presento a mi amigo Beto que nunca había venido, lo traje de una”, afirma. Por su parte, Alicia llega desde la zona Oeste del Conurbano Bonaerense para vivir la celebración: “tengo casi dos horas de viaje, soy de Moreno y quiero compartir este momento con mis compañeros que trabajan en la calle todos los días porque le ponemos el cuerpo a esta situación que estamos viviendo”, le comentó la señora al borde de la emoción a Canal Orbe 21.

Todo transcurrió en Plaza Constitución, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde se llevó a cabo la 12º Misa en solidaridad con los excluidos y las víctimas de tráfico y trata de personas. La celebración eucarística fue presidida por el Arzobispo de Buenos Aires y Primado de la Argentina, Cardenal Mario Poli y llevó por lema “Por una sociedad sin esclavos ni excluidos”. La misma se enmarca en el “Día Internacional contra la explotación sexual y la trata de personas” que se conmemora cada 23 de septiembre.

 

“Jesús nos ama tanto que nos da fuerzas para luchar contra todas las formas de exclusión. Entonces le decimos a Jesús hay una fuerza oculta de gente que usa a sus hermanos, que los somete, que hace de la exclusión un negocio exitoso, como la droga, como todas las formas que nosotros conocemos en la Argentina. Jesús si vos no nos das una mano con la eucaristía nosotros no podemos, por eso celebramos esta misa”, manifestó el Cardenal Poli. Además agregó: “Dios lo puede todo, él siempre nos va a dar una mano. No seamos indiferentes ante el dolor de los demás, especialmente aquellos que perdieron la libertad por cualquier motivo. Pidámosle a Dios que nos caliente el corazón y nos pongamos al servicio de esta causa”.

 

Recordemos que esta misa se celebra desde 2008 en apoyo a los esclavos en los talleres textiles y las esclavas sexuales. El entonces Cardenal Jorge Bergoglio presidió las celebraciones entre los años 2008 y 2012.

“Una de las heridas más dolorosas de nuestro tiempo es la herida abierta de la trata de seres humanos, una moderna forma de esclavitud que viola la dignidad, don de Dios, de tantos de nuestros hermanos y hermanas, y se constituye en un auténtico crimen contra la humanidad”, afirmó el Papa Francisco.

Participaron de la organización las parroquias del decanato La Boca-Barracas-Constitución, los equipos de sacerdotes para las Villas de Emergencia, las Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor, el Departamento de Migraciones del Arzobispado de Buenos Aires, la Fundación La Alameda, el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), el Equipo “No a la trata” de la Comisión Nacional de Justicia y Paz, y la Comisión Episcopal de la Pastoral de Migrantes e Itinerantes (CEMI).

De manera silenciosa son muchas las personas que aparecen cautivas en un entramado de negocios oscuros. Preocupa, claro que preocupa.

Esta fue, sin dudas, una jornada que busca año tras año en aquellos hermanos y hermanas que permanecen esclavos de la explotación sexual y de la trata, invitarlos a vencer toda indiferencia y a comprometernos en una sociedad más justa.

         

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#SemanarioOrbe21

Nuevas esclavitudes / Minuto 00:50 / Hablamos del encuentro sobre nuevas esclavitudes y trata de personas con Emilio Inzaurraga, presidente de la Comisión Nacional de Justicia y Paz; y Rodolfo Brandan, miembro de la Comisión Nacional de Justicia y Paz y coordinador del Equipo "No a la trata"