Si bien el Sínodo especial para la región Amazónica finalizó el domingo pasado, el camino sinodal queda propuesto en nuestra Iglesia y en nuestra sociedad toda. Durante estas tres semanas de trabajo en el Vaticano se trató de "mirar la realidad de otro modo", como mencionó Francisco en su homilía de la Misa de Clausura. Este camino de diálogo sincero es el puntapié inicial de una nueva huella de la Iglesia, donde el intercambio y la esperanza han sido las palabras más sentidas.
Desde el Aula del Sínodo, y antes de la oración de Acción de Gracias, el Papa Francisco presentó el documento conclusivo frente a los padres sinodales y la concurrida audiencia. Inició su discurso agradeciendo el "testimonio de trabajo, de escucha, de búsqueda,..." de los presentes y afirmó estar "en buen camino". Al comienzo de este mes de Octubre, el Sumo Pontífice había planteado cuatro dimensiones de trabajo que ahora retoma: la dimensión cultural, la dimensión ecológica, la dimensión social y la dimensión pastoral.
La dimensión cultural:
Se puso en foco el valor de la interculturación. El escuchar a los pueblo originarios, su vida, su lenguaje, sus costumbres para identificar a Dios en ellos y también construir un rico intercambio cultural.
"Quedo contento con lo que se ha dicho al respecto", dijo el Papa, "que está dentro de la tradición de la Iglesia”.
La dimensión ecológica:
Como ya lo presentó en la Encíclica Laudato Si; es un llamado de conciencia dentro de la Iglesia; es un llamado urgente a replantearse el habitar en nuestra Casa Común. Estamos llegando a un punto de no retorno y la Iglesia grita alertas. Francisco vuelve a destacar el trabajo del Patriarca Bartolomé de Constantinopla, quien ha sido el primero en crear esta conciencia ecológica.
"Hoy nos denuncia un camino de explotación compulsiva, de destrucción al cual la Amazonia es uno de los puntos más importantes de esto. Es un símbolo, yo diría", afirmó Francisco.
La dimensión social:
"Junto a la dimensión ecológica está la dimensión social", continúa el Santo Padre, "no es sólo lo que se explota salvajemente, lo creado, la creación, sino las personas”. Y recordando un cartel que advertía a chicas turistas llegadas a Puerto Maldonado: "La trata escucha, y la trata al más alto nivel de corrupción, pero de personas a todo nivel. Y esto junto con la destrucción de la identidad cultural, que es otro de los fenómenos que ustedes han señalado muy bien en el documento".
La dimensión pastoral:
Esta dimensión es "la más importante" según Francisco. La que "une a todas las demás". La de construir una Iglesia en salida, misionera, desde la alegría del Evangelio.
"El anuncio del Evangelio urge, urge. Pero que sea entendido, que sea asimilado, que sea comprendido por esas culturas".
Francisco también desglosó otros puntos tratados en el documento: "Se habló de nuevos ministerios, inspirados en la Ministeria quaedam de Pablo VI, de creatividad en esto. Creatividad en los nuevos ministerios, y ver hasta dónde se puede llegar. Se habló de seminarios indígenas". El Papa recibió una ola de aplausos cuando se hizo cargo de volver a convocar a la comisión para estudiar el diaconado femenino en la Iglesia: "Yo voy a procurar rehacer esto con la Congregación para la Doctrina de la Fe, y asumir nuevas personas en esta Comisión, y recojo el guante, que han puesto por allí: “y que seamos escuchadas”. Recojo el guante", repitió.
Sin dejar de lado el tema de las vocaciones y el de la distribución del clero en la zonas más necesitadas, dijo: "Eso habrá que evaluarlo, pero estar de acuerdo, [...] sucede que hay muchos sacerdotes en los países del primer mundo, y “no hay para mandar a la zona amazónica”.
Por otro lado, Francisco sostuvo, a opinión personal, que en el documento “queda corto” lo que es la pastoral de la mujer; dado que, todavía no se ha "caído en la cuenta de lo que significa la mujer en la Iglesia y por ahí nos quedamos solamente en la parte funcional [...] Pero el papel de la mujer en la Iglesia va mucho más allá de la funcionalidad. Y eso es lo que hay que seguir trabajando"
Respeto a la propuesta de "rito amazónico", Francisco estableció que este punto está dentro de las competencias de la Congregación para el Culto Divino: "y puede hacerlo siguiendo los criterios y en eso sé que lo pueden hacer muy bien". También se comprometió con referencia a la organización de la Curia romana: "me parece que hay que hacerlo y yo hablaré ya cómo hacerlo con el Cardenal Turkson. Abrir una sección amazónica dentro del Dicasterio para la Promoción Humana Integral".
Antes de finalizar su discurso, el Santo Padre agradeció a todos los que trabajaron fuera, pero sobretodo a quien estuvieron presentes en el Aula, presentes en cada una de las jornadas de diálogo.
"El grito de los pobres es el grito de esperanza de la Iglesia" volvió a recordar Francisco en su Homilía de la Misa de Clausura del domingo pasado. Ese grito que alcanzó kilómetros y llegó hasta Roma, y que ahora es voz activa. La conversión en la Sinodalidad ya comenzó y queda abierta, manifestándose, reformulándose, latiendo desde la Amazonía al mundo entero, porque caminar juntos compromete no solo a quienes estuvieron en el Sínodo, sino para todos los hijos de Dios.
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#SemanarioOrbe21
Sínodo Panamazónico / Charlamos con Anitalia Pijachi, la teóloga Stella Morra y con el Padre Augusto Zampini
Sínodo Panamazónico / Adelantamos el Sínodo sobre la Amazonía
Sínodo Panamazónico / Hablamos con Alfredo Ferro Medina SJ., Coordinador del Servicio Jesuita Panamazónico.
#AlabadoSeasMiSeñor
Documental desarrollado en seis capítulos que recorren la Encíclica Papal Laudato Si.
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