Del 14 al 18 de junio se celebró en Roma la 42ª sesión de la Conferencia de la FAO. Para tal ocasión el Papa Francisco envió un mensaje dirigido al Ministro del Clima y del Medio Ambiente de la República de Polonia y actual Presidente de la XLII Conferencia de la FAO, Michał Kurtyka.
El Santo Padre inicia tal mensaje destacando la tarea que realiza el organismo de la ONU de cara a los grandes desafíos de nuestro tiempo. Afirma que “el momento actual, todavía marcado por la crisis sanitaria, económica y social provocada por el Covid-19”, evidencia la “búsqueda de respuestas adecuadas al problema de la inseguridad alimentaria y la desnutrición”. En la misma línea, remarca “los conflictos, los fenómenos meteorológicos extremos, las crisis económicas, junto con la crisis sanitaria actual” como “una fuente de carestía y hambruna para millones de personas”. Haciendo un raconto de la situación alimentaria del año 2020, el Papa añade que para hacer frente al problema es “fundamental la adopción de políticas capaces de abordar las causas estructurales que las provocan”. En ese sentido, el Pontífice propone, “el desarrollo de una economía circular, que garantice recursos para todos”, incluyendo “el uso de energías renovables.” También, aprovechando la nueva oportunidad de una economía post pandémica, Francisco apunta a la “promoción de una agricultura sostenible y diversificada, que tenga presente el valioso papel de la agricultura familiar y la de las comunidades rurales”; pero también a “una cultura del cuidado dispuesta a afrontar la tendencia individualista y agresiva del descarte” como “paso fundamental de ese reinicio de la economía”.
El Santo Padre tiene, desde siempre, muy presente el trabajo que realiza la FAO; sobre todo en tiempos donde la pandemia ha dejado estragos y donde el índice de pobreza ha aumentado estrepitosamente en todo el mundo. En octubre del año pasado, con ocasión de la Jornada Mundial de la Alimentación y por el 75° aniversario del organismo; el obispo de Roma envió un videomensaje donde el foco estaba puesto en proporcionar no solo alimento sino un sistema que permita el desarrollo agrícola. De pie a la cámara afirmó que “el hambre no es solo una tragedia, sino una vergüenza”, donde la mayor parte está causada por una distribución desigual de los frutos de la tierra” y ante esta situación “no podemos permanecer insensibles” porque “todos somos responsables”.
Hace años que el Papa insiste en que la clave para acabar con el hambre es promover el desarrollo de las áreas rurales. En la inauguración de la 42° sesión del consejo de los gobernadores del Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA), en febrero de 2019, el Sumo Pontífice exhortó a quienes tienen responsabilidad en las naciones y en los organismos intergubernamentales, a hacer una “ciencia con conciencia”. Frente a un gran auditorio constituido por representantes de diversos países del mundo, el sucesor de Pedro aseveró que “el hambre no tiene presente ni futuro, solo pasado” y que “para esto es necesario la ayuda de quien tiene recursos” porque “las responsabilidades no se evaden sino que se van asumiendo”.
Es así que, en su reciente mensaje a la FAO, Francisco vuelve a dejar en claro que se necesitan “gestos tangibles” de “común pertenencia a la familia humana” promoviendo una “responsabilidad colectiva” y aprovechando el contexto actual como una “oportunidad para preparar el mañana de todos”.
Foto de Binyamin Mellish en Pexels
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