La Familia Grande Hogar de Cristo, Cáritas Argentina y la Pastoral Nacional sobre Adicciones y Drogadependencia se preguntaron qué “silencios cómplices” contribuyeron a que drogas y adicciones sean hoy “la otra pandemia silenciada”, y lamentaron que 14 años después del Documento de Aparecida se siga sin dimensionar la gravedad del problema que el episcopado latinoamericano advirtió en 2007. En ese marco, llamaron a la dirigencia política y a la sociedad toda a poner la mirada en esta otra pandemia, porque aquí también "está en juego la vida".
Referentes del sector hicieron esta reflexión durante la presentación del documento "Drogas y Adicciones: un obstáculo para el Desarrollo Humano Integral" que se hizo el jueves 24 de junio vía "streaming" a través de los canales de YouTube de la Familia Grande Hogar de Cristo y del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam TV).
En el comienzo del encuentro, y luego de rezar por los jóvenes víctimas de las drogas, se hizo presente monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo y secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), que con un video animó a "recibir la vida como viene" y ver a Cristo en nuestros hermanos, servir, acompañar y estar.
La presentación estuvo a cargo de Romina Santomingo, acompañante Hogar Madre de Lourdes, Familia Grande Hogares de Cristo; María Elena Acosta, referente nacional de Hogares de Cristo; Beatriz Ballario, responsable del área Abordaje Pastoral y Comunitario de las Adicciones de Cáritas Argentina; el presbítero José María Di Paola, coordinador de la Comisión Nacional de Pastoral de Adicciones y Drogadependencia y presidente de la Federación de Hogares de Cristo; y el presbítero Guillermo Torre, párroco de Cristo Obrero en el barrio porteño Padre Mugica.
La actividad contó con la presencia del obispo de Merlo-Moreno y delegado episcopal para la Pastoral de Adicciones, monseñor Fernando Carlos Maletti, que se unió a la transmisión por Zoom.
Cabe señalar que la presentación se enmarcó en el Día internacional de la lucha contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas establecido por la Organización de las Naciones Unidas en 1987 para el 26 de junio de cada año.
Finalizada la presentación, se abrió una ronda de preguntas, que fueron respondidas por el presbítero Di Paola.
En sus declaraciones, consideró que
"lo más importante es poder realizar la comunidad organizada en cada uno de los barrios".
En ese sentido, reconoció:
"Podemos avanzar en muchas áreas, pero los próximos pasos tienen que ser el fortalecimiento de la capilla, el club, el colegio, que estén en el corazón del mismo barrio. Que dentro del mismo barrio se pueda organizar la vida comunitaria a través de la presencia de instituciones sólidas que puedan dar respaldo a chicos y chicas que tengan el problema de las drogas”.
Podés ver la presentación del documento en el siguiente link: youtu.be/ODESb4N8kG8
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